Hace unos meses me contrataron en una empresa en Barcelona. A la semana, el viernes, el jefe decidió que, a pesar de que estaba trabajando muy bien y estaba muy satisfecho conmigo, tenía que reducirme las 40 horas de mi contrato de prácticas de 3 meses (prorrogable a tres meses y a tres meses más) a 30 horas porque no tenía "feeling" conmigo.
No soy idiota, así que le dije que tenía que pensarlo. Después de todo, ¿qué confianza te puede quedar en un jefe que un día te dice que vas a trabajar 40 horas, a la semana siguiente 30 y a la siguiente quién sabe?
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Fuente:Como lidiar con un mal jefe |
El domingo me despidió por email. Según él, buscaba a alguien con menos carácter y personalidad. Además, añadió que debería haber aceptado agradecida la oportunidad que me dio al reducirme el horario.
Teniendo en cuenta que me lo dijo por email, sabía que ganaría el cara a cara, y creo que resultó ser un 0-1 a mi favor (es que jugábamos en su oficina).
Cuando salí de allí, subiendo por la ronda Sant Antoni empecé a pensar en el concepto de emprender. Ya hacía un mes que habíamos decidido que íbamos a apostar por esta idea, pero nunca lo tuve tan claro como ese día. No quería más jefes impresentables. A partir de ahora yo sería mi propia jefa, con todo lo bueno y todo lo malo que eso conlleva.
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