Siempre que quiero recordar por qué empecé vuelvo aquí. Emprender a los 25 no ha sido posible, porque no es posible ponerle un número o una fecha de caducidad a algo tan complicado. Emprender probablemente sea la cosa más difícil que hay en el mundo laboral, o no, qué sé yo. Lo que sí sé es que como no es lo normal, lo que te enseñan en el colegio, ni tampoco en la universidad, pues es como si nadaras contracorriente.
Y muchas veces te sientes solo con tus ideas. Sabes que son buenas ideas pero no sabes como conseguir llevarlas a cabo.
Y todo esto viene porque hoy me han ofrecido trabajar 40h semanales como becaria en una empresa (que se supone que es una gran empresa) por 400 míseros euros. Me daba vergüenza hasta ir, pero de vez en cuando hay que recordar lo que hay ahí fuera para recordar por qué empezaste. Por qué empecé. Y de esa forma, motivarte para seguir.
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